viernes, 2 de octubre de 2015

Capítulo 4

Pa… Paloma- balbuceé.

¿Pero cómo puedes ser tan tonta? ¡Seguro que piensa que te faltan un par de primaveras! Si  había alguna posibilidad de que se haya acercado a ti por algún tipo de interés, seguro que ya ha cambiado de opinión.

No paraba de gritarme mentalmente a mí misma, estaba nerviosa y avergonzada. Entonces, Mario volvió a hablar.

-¿Cuánto es?

-¿Qué? –Dije como si no me acordara de que trabajaba en una cafetería y él era un cliente que quería pagar su desayuno.

-Que cuanto te debo- todavía sonriendo.

-¡Perdona! Me he despistado un segundo- dije mientras le extendía la cuenta.

-¡Muchísimas gracias! ¡Hasta mañana!- exclamó alegre mientras se acercaba a la puerta.

¿Hasta mañana?, Ha dicho hasta mañana, ¿No?, ¿Me lo he imaginado yo? Bueno, será una forma de hablar, como el que dice hasta luego y no viene luego, algo así, supongo. Aunque estaría genial que volviese mañana. Pero no lo había visto antes. ¿Volveré a parecerle idiota si es que también viene mañana? ¡Seguro! Pero no va a volver, no, no. No va a volver.



¿O si? 







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